Principados eclesiasticos segun maquiavelo biografía

Pues no hay ley que no requiera de la espada, ni espada que no haga estragos sin leyes, se habla solo de los soldados. Y ni puede atacar a este aliado, ni lo puede perder sin quedar a merced de otro, que aproveche su incapacidad. No debe tocar el patrimonio de las personas, sino su vida, y no tocar tampoco a sus mujeres. Y a las personas les gusta lo que se ve bueno, y lo que se ve correcto, y lo que les reporta beneficio.

Debe entonces el principe hacer dos cosas: a debe escuchar a pocos, y b a estos pocos debe decirles abiertamente que no le molesta la verdad. Para ello nuestro autor cita las ventajas de emprender dicha empresa, la posibilidad de organizar suficientes tropas y no cometer el error de valerse de tropas mercenarias. Maquiavelo, Discursos, I, 10 Losada, 84; Alianza, En primer lugar, contribuye a disciplinar la agresividad.

En efecto, en una sociedad en la que existe el temor a Dios, los 9 10 11 12 Maquiavelo, Discursos, I, 11 Losada, 88; Alianza, Maquiavelo, Discursos, I, 11 Losada, 88; Alianza, De lo que se deduce que los reinos que dependen de la virtud de uno solo son poco duraderos, porque la virtud acaba cuando acaba su vida» Maquiavelo, Discursos, I, 11 Losada, 90; Alianza, Maquiavelo, Discursos, I, 11 Losada, 89; Alianza, Por tal motivo, sostiene Maquiavelo que la virtud «raras veces acaece que se renueve en un sucesor» En consecuencia, las buenas armas son un requisito necesario, pero no suiciente para construir un orden duradero.

Por tal motivo, «procuraban por todos los medios inculcarles sentimientos religiosos»22 a los milicianos. Maquiavelo, Del arte de la guerra, Especialmente entre quienes deben asumir el mayor costo ya sea en vidas humanas o bienes materiales de los sacriicios que se deben efectuar para dar cumplimiento a los designios de la divinidad. Consecuencia atroz para un pensador como Maquiavelo que teme al desgobierno.

Por tal motivo, preiere cualquier tipo de orden, siempre y cuando este sustituya al desorden. Oro Tapia mente que para que sus intereses aparezcan como ajenos a toda conveniencia espuria, estos se deben imputar, capciosamente, a la voluntad de la divinidad.

Principados eclesiasticos segun maquiavelo biografía

Por eso, sostiene Maquiavelo que «con la Iglesia y los sacerdotes, nosotros los italianos tenemos, entonces, esta primera deuda: habernos vueltos irreligiosos y malos. Maquiavelo, Discursos, I, 12 Losada, 93; Alianza, La decadencia del poder espiritual del Papado, para Maquiavelo, es evidente. Joseph Lortz, Historia de la Iglesia en la perspectiva de la historia del pensamiento Madrid: Ediciones Cristiandad, , tomo I, Dicho recurso es innecesario cuando los individuos han internalizado en lo profundo de su conciencia el temor al castigo divino.

Tal castigo que es, por naturaleza, intangible y suprasensible se torna efectivo cuando son transgredidos los preceptos religiosos, es decir, las normas morales sacralizadas. Cuando las creencias religiosas comienzan a decolorarse, las normas morales, que antes estaban revestidas de sacralidad, son reemplazadas por las leyes civiles y estas para su cabal cumplimiento requieren de las buenas armas.

Por eso no puede haber buenas leyes donde no hay buenas armas, ya que una ley es buena en la medida en que se cumple plenamente. Al respecto, cabe hacerse algunas preguntas contrafactuales. Madrid: Editorial Alianza, Lefort, Claude. Madrid: Editorial Trotta, Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, Lortz, Joseph. Historia de la Iglesia en la perspectiva de la historia del pensamiento.

Madrid: Ediciones Cristiandad, Il Principe. Torino: Einaudi Editore, Del arte de la guerra. Madrid: Editorial Tecnos, Buenos Aires: Losada, Madrid: Alianza Editorial, Historia de Florencia. Mansield, Harvey. Merino, Augusto. Santiago: Editorial Universitaria,